El colesteatoma

El colesteatoma es un crecimiento anormal de piel en el oído medio, detrás de la membrana del tímpano.

Causas
Hoy día se postulan varios mecanismos responsables del colesteatoma. Usualmente se origina debido a una disfunción de la trompa de Eustaquio, responsable de igualar las presiones en el oído medio. Cuando existe una disfunción, se reduce la presión en el oído medio y succiona del tímpano formando retracciones de dicha membrana y con ella la inclusión de material epidérmico en el oído medio. Del mismo modo, las otitis producen roturas del tímpano y la inclusion de estas células epidérmicas en el oído medio.

Otras raras veces, el colesteatoma es congénito (presente al nacimiento) y ocurre porque durante el desarrollo del oído, quedan restos de piel allá donde no deberían estar (oído medio). Este tipo, suele encontrarse en los niños.

Manifestaciones

El colesteatoma se comporta como un crecimiento progresivo de este material epidérmico que rompe el tímpano, la cadena de huesecillos del oído medio y las paredes óseas del oído medio, provocando entonces la supuración y la hipoacusia característicos de este cuadro.
Si el crecimiento progresa puede dañar el laberinto posterior, provocando vértigos, y al nervio facial, provocando una parálisis facial.
Diagnóstico
La otomicroscopía y la audiometría hacen sospechar esta entidad. Para confirmar el proceso, evaluar las estructuras afectas y el crecimiento del colesteatoma se deben realizar técnicas de imagen como el TAC o la Resonancia Nuclear Magnética de difusión.
Tratamiento
Los colesteatomas pequeños y que no afectan a estructuras importantes pueden simplemente controlarse con limpiezas locales y gotas óticas.
Todo colesteatoma que no logra controlarse en la consulta ha de ser tratados con cirugía buscando la extracción completa de la lesión, preservando la mayor parte de las estructuras y la mejor audición posible.
El colesteatoma puede ser peligroso y nunca debe ser ignorado. La erosión del hueso puede hacer que la infección se extienda a áreas vecinas, incluyendo el oído interno y el cerebro. Si no es tratado, pueden ocurrir aunque raramente la sordera profunda, abscesos cerebrales, o incluso meningitis.
Si usted padece superaciones frecuentes, hipoacusia, mareos o signos de parálisis facial debería acudir a un otorrinolaringólogo.

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