Rinitis alérgica: si conduces ¡medícate bien!

El riesgo de conducir con rinitis alérgica es evidente pero tremendamente desconocido. Estos riesgos han sido fantásticamente resumidos por el Dr. Antonio Gómez Peligros, en su artículo titulado “Antihistamínicos y conducción segura” y publicado en la guía Recomendaciones en Seguridad Vial, Fármacos y Conducción.

¿Por qué tiene la rinitis alérgica tanto riesgo para la seguridad vial? Existen 2 motivos fundamentales, que entenderás facilmente: 1) por los sintomas de la enfermedad (estornudos, picor y lagrimeo) y; 2) por los efectos secundarios de los fármacos utilizados (los antihistamínicos). Los vemos en detalle.

La rinitis alérgica supone mucosidad nasal, picor y estornudos en salvas. Si consideramos que cada estornudo dura 2-3 segundos, una salva de 10 estornudos para que un coche, que circula prudentemente en autovía (120 Km/h), recorra durante los estornudos 400-500 metros. Además, debemos considerar que la falta de sueño que experimentan los pacientes durante la temporada de alergias produce somnolencia diurna y reduce la capacidad cognitiva. Si además el paciente alérgico padece una conjuntivitis, con lagrimeo y picor ocular, los tiempos de reacción se incrementaran de forma significativa.

Por lo tanto, la rinitis alérgica debe ser controlada para evitar riesgos en la conducción. Ahora bien, los fármacos clásicamente utilizados para el tratamiento de la alérgica, los antihistaminicos, no carecen de efectos secundarios y la somnolencia puede ser uno de ellos. De hecho los antihistamínicos clásicos (primera generación) son sedantes y muy útiles según las circunstancias, pero cuando hablamos de conducción, estos antihistamínicos deben ser evitados. Para conducir se prefieren los antihistamínicos de segunda generación, más selectivos y con menor probabilidad de que produzcan somnolencia. Aun así, los factores individuales de cada paciente, la dosis de fármaco administrado y el tiempo transcurrido desde la toma hasta la conducción, influyen en la posibilidad de provocar somnolencia y alteraciones cognitivas.

Mis recomendaciones para el paciente alérgico y conductor son:

  1. Trate siempre su alérgia.

– Si sólo padece rinitis alérgica y no conjuntivitis (o conjuntivitis leve), es preferible utilizar corticoides nasales que no suponen riesgo de somnolencia.

– Si los síntomas oculares no se controlan con corticoides nasales, utilizaremos antihistamínicos de segunda generación y en especial aquellos que tengan menos probabilidad de provocar somnolencia.

– Utilice los antihistamínicos a su dosis correcta, respetando los horarios y duración de tratamiento prescritos por su medico. Recuerde que el efecto de estos fármacos es mayor a las pocas horas tras la toma del fármaco.

2. Evite el contacto con las partículas alérgenas:

– Compruebe que los filtros del aire acondicionado de su vehículo sean de alta eficiencia y se encuentren en perfecto estado.

– No abra las ventanillas.

– Evite los viajes al amanecer y anochecer pues existe una mayor concentración de polen.

– Limpie su coche con frecuencia, sobre todo si han viajado animales en el.

– No deje el coche en zonas húmedas con arboles o plantas.

3. Utilice gafas de sol, sobre todo si tiene irritabilidad ocular.

4. No se automedique, todos los fármacos tienen sus efectos secundarios y riesgos en su utilización. Los fármacos empleados en la rinitis alérgica pueden tener complicaciones severas.