En mis baños, ¿necesito utilizar tapones para los oídos?

En verano, vuelven los baños en las playas y piscinas para mitigar el calor que soportamos y las dudas acerca de los tapones de los oídos se disparan. Normal, los baños son el origen de muchos taponamientos ticos (tapones de cera) e infecciones de oídos (otitis externas).

La pregunta que estos días ronda la cabeza de mis pacientes es ¿necesito tapones para mis baños? y esta pregunta tiene una respuesta sencilla:

Es obligatorio el uso de tapones para los oídos en pacientes que tienen perforaciones timpánicas o han sido intervenidas de ciertas afecciones del oído (intervenciones del colesteatoma y mastoidectomías).

No están obligados aquellos intervenidos de otras cirugías, que no conllevan comunicación del oído medio con el exterior, ni tampoco aquellos que han sido intervenidos de tubos de ventilación (drenajes transtimpánicos).

Es recomendado el uso de tapones en aquellos casos en los que se produzcan otitis externas de repetición por baños, taponamientos óticos por cera o en los pacientes cuyo conducto auditivo externo es tan estrecho que la expulsión del agua les resulte complicada.

Está totalmente contraindicado en el buceo, incluso a profundidades de 3-4 metros. Si los utilizamos podremos padecer perforaciones timpánicas y daños irreversibles en los huesecillos del oído medio y el caracol (oído interno).

Una vez resuelto esto, ¿qué tapón debo utilizar? Existen muchos materiales y no todos son eficaces. Los mas estancos y eficaces para evitar la entrada de agua son los moldes de baño a medida, que un audioprotesista realizará en su gabinete, o los tapones hidrófugos de cera (los más clásicos). Si su uso es esporádico, los tapones de cera pueden ser una buena solución, son higiénicos y económicos aunque su duración es muy limitada pues pierden sus propiedades tras unas utilizaciones. Por el contrario, si su uso es mas regular, utilice un molde de baño. Estos son mas duraderos, limpios y eficaces a medio-largo plazo aunque su coste es mayor (alrededor de los 40 euros/molde). Seguramente mantendrán sus propiedades durante un par de temporadas de baño.

¡Buen verano!

Tapones de cera

¡Tapones de cera en verano!

El verano ya esta aquí y muchos dedicamos nuestro tiempo de ocio a los baños en playas y piscinas. Aunque las autoridades hacen lo posible para que la calidad del agua en nuestras playas y piscinas sea excelente, los problemas de oído no son raros durante el verano. Las otitis y los tapones de cera son motivos de consulta frecuentes al otorrinolaringólogo.

Intentemos dar algo de luz. Tras los baños tienes el oído taponado y sin dolor, probablemente tengas un tapón de cera (si duele acude a tu otorrino). No intentes aliviar tu taponamiento con un bastoncillo de algodón, probablemente empeores la situación, profundices aun más el tapón y provoques alguna herida en la piel del conducto auditivo o, peor aun, en el tímpano. Los bastoncillos de algodón no fueron diseñados para extraer tapones de cera y este uso no figura en su envoltorio.

No utilices bastoncillos de algodón, tampoco los conos, que últimamente se han hecho tan famosos. La prestigiosa FDA (Food and Drug Administration) avisa de los potenciales riesgos derivados de su uso: quemaduras, perforaciones timpánicas y bloqueos del conducto auditivo que requieren cirugía.

En la farmacia podrás conseguir numerosos productos que eliminan tapones de cera: soluciones salinas y cerumenolíticos que favorecen la rotura del tapón y su eliminación. Durante años, otocerum y cerumenol han sido ampliamente usados con excelentes resultados y hoy día hay soluciones salinas que también ofrecen buenos resultados.

Si tras 24-48h de tratamiento no consigues destaponar tus oídos, no lo dudes acude a tu otorrinolaringólogo. El realizará la extracción del tapón de cera mediante el mejor método posible. Las modernas extracciones bajo micromanipulación y visualización directa del conducto con oto-microscopios permitirá la mejor extracción del tapón de forma indolora, rápida y sin causar daños a la piel del conducto o la membrana timpánica.